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HISTORIA SENCILLA
Se llamaba Rosa Clara,
Era tan bella y tan rara!
La gloria estaba en su cara,
Se llamaba Rosa Clara.
Reía, siempre reía,
Porque de sobra tenía,
Fe, salud y fantasía
Reía, siempre reía.
Su reir era tan fino!
Armonioso como un trino,
Embriagante como el vino,
¡Su reir era tan fino!
¡Era buena, buena, buena!
De una bondad nazarena
Con perfume de azucena,
¡Era buena, buena, buena!
Porque maldad ignoraba.
Todo aquello que soñaba.
Más y más la perfumaba
Porque maldad ignoraba.