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dose. En la aldea, una mujer tiene que casarse, aunque sea contra su voluntad. Y una vez casada, es una esclava eterna; labra, hila, cuida a las bestias, pare. Para ella misma, nada... sólo los juramentos y los sopapos del marido.

¡Como si no hiciera uno más que pegarle a la mujer!—saltó Vasily.

—Mientras que aquí—continuó Malva sin hacerle caso—no le pertenece una a nadie. ¡Es una libre como una gaviota! Puede una volar a su antojo y nadie se lo impide, nadie se atreve a ponerle la mano encima.

—¿Y si alguien te la pone?—preguntó Vasily, sonriendo como si quisiera recordarle algo.

—¡Pues le pagaré!—dijo ella con dulzura; y el brillo de sus ojos se apagó de pronto.

Vasily se rió bondadoso.

—Tienes mucha labia—arguyó—. Pero eso son tonterías de mujeres. En la aldea, la mujer es una trabajadora, un ser útil, mientras que aquí..sólo vive para el placer y...—se interrumpió un momento: Y para el pecado.

Cuando la discusión terminó, Jacobo, lanzando un suspiro, observó:

—Se diría que ese mar no tiene fin.

Los tres miraron en silencio el desierto que se extendía ante sus ojos.

¡Si todo eso fuera terreno—exclamó Jacobo, haciendo con la mano un amplio ademán—, y terreno fértil! ¡Y si se pudiera labrar todo!...

—No es mala idea—dijo Vasily sonriendo y