sitio. Decia asi: "A Don Pedro Fernandez de Castro, conde de Lemos. &c. Aquellas coplas antiguas que fueron en su tiempo celebradas, que comienzan: Puesto ya el pie en el estribo: quisiera yo no vinieran tan á pelo en esta mi epístola, porque casi con las mismas palabras la puedo comenzar diciendo:
- Puesto ya el pie en el estribo
- Con las ansias de la muerte,
- Gran Señor, esta te escribo.
Ayer me dieron la Extremauncion, y hoy escribo esta: el tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan, y con todo esto llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir, y quisiera yo ponerle coto hasta besar los pies de V. E., que podria ser fuese tanto el contento de ver á V. E bueno en España, que me volviese á dar la vida: pero si está decretado que la haya de perder, cúmplase la voluntad de los cielos: y por lo menos sepa V. E. este mi deseo, y sepa que tuvo en mí un tan aficionado criado de servirle, que quisa pasar aun mas allá de la muerte mostrando su intencion. Con todo esto, como en profecía me alegro de la llegada de V. E., regocíjome de verle señalar con el dedo, y realégrome de que salieron verdaderas mis esperanzas dilatadas en la fama de las bondades de V. E. Todavia me quedan en el alma ciertas reliquias y asomos de las Semanas del jardín y