Solo se vence la pasion amorosa con huilla,y nadie se ha de poner á brazos con tan poderoso enemigo, porque es menester fuerzas divinas para vencer las suyas humanas.
El amor unas veces vuela y otras anda; con este corre y con aquel va despacio, á unos entibia y á otros abrasa, á unos hiere y á otros mata: en un mismo punto comienza la carrera de sus deseos, y en aquel mismo punto la acaba y concluye: por la mañana suele poner el cerco á una fortaleza y á la noche la tiene rendida, porque no hay fuerza que le resista.
El amor ni mira respetos ni guarda términos de razon en sus discursos, y tiene la misma condicion que la muerte, que asi acomete los altos alcázares de los reyes, como las humildes chozas de los pastores, y cuando toma entera posesion de una alma, lo primero que hace es quitarle el temor y la vergüenza.
Donde hay mucho amor no suele haber demasiada desenvoltura.
ARMAS.
Los varones prudentes, las republicas bien concertadas por cuatro cosas han de tomar las armas, y desenvainar las espadas, y poner á riesgo sus personas, vidas y haciendas. La primera por defender la fe católica; la segunda por