La mejor salsa del mundo es la hambre, y como esta no falta á los pobres, siempre comen con gusto.
No hay hechizos en el mundo que puedan mover y forzar la voluntad, como algunos simples piensan; que es libre nuestro alvedrio, y no hay yerba ni encanto que le fuerce: lo que suelen hacer algunas mugercillas simples y algunos embusteros bellacos es algunas misturas y venenos con que vuelven locos á los hombres, dando á entender que tienen fuerza para hacer querer bien, siendo, como digo, cosa imposible forzar la voluntad.
Pero con todo comia la sobrina, brindaba el ama y se regocijaba Sancho Panza; que esto de heredar algo borra ó templa en el heredero la memoria de la pena que es razon que deje el muerto.
No todas hermosuras enamoran, que algunas alegran la vista y no rinden la voluntad: que si todas las bellezas enamorasen y rindiesen, seria un andar las voluntades confusas y descaminadas sin saber en cual habian de parar, por