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ser humilde virtuoso que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos han subido á la suma dignidad pontificia é imperatoria, y de esta verdad te pudiera traer tantos ejemplos que te cansaran.


Jamas te pongas á disputar de linages, á lo menos comparándolos entre sí, pues por fuerza en los que se comparan, uno ha de ser el mejor y del que abatieres serás aborrecido, y del que levantares en ninguna manera premiado.


MÉDICOS.

A los médicos sabios, prudentes y discretos los pondré sobre mi cabeza y los honraré como á personas divinas. [1]



Este tal doctor dice él mismo de sí mismo, que él no cura las enfermedades cuando las hay, sino que las previene para que no vengan, y las medicinas que usa son dieta y mas dieta, hasta poner la persona en los huesos mondos, como si no fuese mayor mal la flaqueza que la calentura. [2]

  1. Honora medicum propter necesitatem.
  2. Es cierto que el prevenir las enfermedades esa mejor medicina, asi como el prevenir los crímenes la mejor justicia, pero no parece que si Cervantes hubiera alcanzado este siglo seria partidario de Broussais.



En verdad, Señor, que soy el mas desgraciado médico que se debe de hallar en el mundo,