Las tiendas principales tenían un aspecto grande, bien amueblado, especialmente los de comestibles y equipo pesado. La Casa-Aduana estaba apilada con fardos de algodón, hierro de ferrocarril y varios productos en espera de tránsito.
Caminé, lo primero, en una biblioteca pública grande, fresca, que había sido un convento. No era mucho de una biblioteca pública, los libros siendo pocos y hasta cierto punto forrados en pergamino, como si también habían pertenecido al convento; pero eran públicas, y lo que uno no esperaba.
Las iglesias eran de una arquitectura rococó, grandiosa, sólida y bien proporcionada y tenían campanas encantadoras. La principal, en una plaza poco sombreada, tenía en su cúpula incrustaciones de azulejos con colores de porcelana china, que brillaban al sol— una característica que espera mas adelante. Tenían cortinas negras y llenas de fieles al día y abundaban extrañas figuras de Cristo sangrante, con otras evidencias de una forma Florida de devoción.
Zacate crecía en las juntas del pavimento en las calles menores, como lo había visto, por ejemplo, en algún lugar tal como Mantua. Tubos de desagüe se proyectan desde los techos planos de casas blancas y amarillas y en ellos se sientan zopilotes solemnes. Todo el mundo sabe que la limpieza de las calles de Vera Cruz se lleva a cabo por cuervos, o buitres; pero todo el mundo no sabe con qué dignidad estos zopilotes grandes, de brillante negrura, a menudo se posan inmóviles en los aleros contra el cielo azul profundo. Ellos podrían ser tallados allí como adorno. Muchos departamentos de limpieza de calle son por lo menos, menos esculturales y quizás menos eficientes.
La arteria principal, llamada de la Independencia, conduce a un paseo corto, cubierto de concreto, bordeado con bancas y una doble fila de cocoteros,