distancia abajo, con el efecto de esos modelos topográficos en miniatura en relieve mostrados en exposiciones internacionales.
enormemente simplifica a México recordar que, en el perfil, es una larga y continua ladera montañosa, levantándose desde el Atlántico hasta una meseta central y cayendo, aunque mas gradualmente, en el otro lado hacia el Pacífico. A lo largo de los ascensos, así como en la parte superior, hay algunas plataformas, o lugares nivelados. Estas tierras planas son las sedes principales de población, y se utilizan tanto como es posible por las líneas de ferrocarriles del norte y del sur.
Esta formación inclinada explica la ausencia de arroyos navegables y la existencia de climas variables de tropical a templado, casi juntos. La nitidez de contrastes en clima es apenas apreciado por el viajero apresurado. La real vegetación tropical es sucedida por un tipo que a los ojos de América del Norte es bastante exótica. Banana y cocos son seguidas por un tipo resistente de Palma (Washingtonia); por nopal o pera espinosa, tan grande como el árbol de manzana nuestro; por el alto, órgano-cactus recto, usado en perímetros; y el notable maguey, o planta del siglo.
¡Lo que no daría alguno de nuestros conservatorios estadounidenses o un bien conocido club de Nueva York por algunos de estos espléndidos especímenes! El Maguey espigado, como una gavilla de hojas-espada, crece de ocho a diez pies de altura. Es la producción típica de la tierra de la mesa central. Su