La lucha fué en la proporción de uno contra cuatro. La victoria no correspondió al esfuerzo heroico sino al número inflexiblemente abrumador.En momentos de pronunciarse el desastre, un joven capitán peruano á quien acompañaban cuatro soldados, golpeó con la culata de su rifle el fulminante de una mina, produciéndose la explosión que mató á tres de los enemigos, dejando heridos ó contusos á muchos más.
Disipada la espesa nube de polvo y humo, se cor ron el capitár García y sus cuatro valientes rodeados por un grupo de treinta chilenos al mando del teniente Luján. Toda resistencia era imposible, y los cinco peruanos fueron hechos prisioneros.
En esos momentos se presentó un coronel quien, informado por Luján del estrago producido por la mina, dijo lacónicamente: Baje usted con esos hombres á la falda del Morro, y fusilelos.
Y vencedores y vencidos emprendieron con lentitud el descenso de más de trescientos metros que los separaban de la Ilanura.