Página:Morrison de Parker Padrino de Cecilia.djvu/121

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

DE CECILIA 119

la felicidad ha devuelto casi por completo la salud, será pronto mi esposa. Te confieso que, al saber que Margarita es libre, mi co- razón ha latido con violencia: la herida no está cerrada aún... pero Lina es un pobre ángel á quien mi desamor causaría la muerte.

Dile á «ella» que me perdone; que deseo encuentre en su camino un hombre que la haga tan feliz como merece; conmigo qui- zás no lo habría sido porque, he de decírtelo todo, existe esa niña, la hija del otro á quien yo nunca podría querer. ¡Qué quieres, Eduardo! Soy celoso y ese viviente recuerdo del pa- sado hubiera envenenado mis horas de di: cha.

¡Quizás es mejor gue Dios haya dispuesto las cosas de otro modo!

Y tú... ¿no has pensado casarte de nuevo? Si algún día te cansas de estar solo, no te será difícil hallar una buena esposa. Yo la tendré dentro de poco; y, cuando el recuerdo del pasado haya desaparecido por completo de mi memoria, volveré á esa patria querida que jamás he olvidado en las horas tristes ó dulces de mi voluntario destierro,

Te abraza mil veces tu fiel.

Eduardo.