Página:Ninon Lenclos Cartas.djvu/238

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

226 CARTAS DE NINÓN DE LENCLÓS

vertis — y con toda la crueldad que pueda. Os respondo de ello. Y vamos á la segunda cuestión de vucstra carla.

Me preguntáis si el último favor ó, más bien, la última falta que podemos cometer, es una prueba cicrla de que una mujer os ama. Sí y no.

Si, si amáis á una mujer á la que hayáis inspirado la primera pasión y que tenga delicadeza y virtud. Pero aun en este caso, esa prueba no será más segura ni más halagadora para vos que las otras que os haya dado de su amor. Todo lo que hace una mujer que ama, hasta las cosas menos importantes en apa- riencia, son pruebas tan evidentes de su pasión como esas otra ; que tanta significación tienen para vosotros, Además, si esa mujer virtuosa es de cierto tempera- mento, el último favor probará menos que otros pequeños sacrificios que para nada tenéis en cuenta; porque entonces lo hace más por ella que por vos y está demasiado interesada en escucharos para que podáis vanagloriaros de haberla persuadido; otro cualquiera hubiera obtenido lo mismo. Conozco á una mujer que se ha dejado vencer dos ó tres veces por hombres que no amaba y, sin embargo, aquel de quien estaba enamorada, nada ha obtenido. Puede, pues, suceder, que el último favor no pruebe nada el que lo obtiene, porque á veces éste debe la facilidad que encuentra al poco caso que se hace de él. Nunca nos respetamos tanto como delante de aque- Mos á quienes estimamos; tened la seguridad de que sólo una pasión muy imperiosa, es capaz de determinar á una mujer razonable á olvidarse de su reputación ante aquel de quien teme el menosprecio. Vuestro pretendido triunfo puede obedecer á causas que, lejos de ser favorables, os humillarían si las conocieseis.