Página:Ninon Lenclos Cartas.djvu/246

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

CARTA XLVIII

No os lo oculto, marqués; vuestra conducta con la condesa me indignó contra vos y tentada estuve de romper toda comunicación con un hombre tan malo como vos. La facilidad con que accedo á vuestras súplicas me hace creer que mi amistad por vos es una debilidad. Tenéis razón : si no os fuera adicta más que cuando seguís mis consejos, no sería una verda- dera amiga. Cuanto más digno seáis de compasión, menos debo abandonaros; pero no se es dueño del primer movimiento. Aunque yo me esforzara por en- contraros menos culpable, el interés por la condesa hacía inútiles mis esfuerzos. Había momentos en que no podía creeros inocente, puesto que una persona tan bella y tan distinguida se quejaba de vos. Ahora que veo dulcificarse su situación, me acuso de mi frialdad en la última carta que os escribí,

En adelante, me contentaré con compadecerla sin importunaros más. Volvamos pues, á nuestra antigua correspondencia. No temáis mis reproches; bien veo que serían tan inútiles como fuera de lugar.