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C. o. BUNGE
y su triunfo i)uede decirse, se ha perpetuado hasta nuestros días. . .
Pero he aquí otra vez que eam;bia el esquema etnogeo- gráfico de la Eepública Argentina (fig. 5). Por influencia de la inmigración, el elemento A, la región A, se agranda aún
OCEANO- j- ATLÁNTICO
i , ! Elemento litoral A.
Elemento mediterráneo B. Fronteras con los indios.
Figura 4
y extiende a tres provincias de las más ricas y vastas, recon- centrándose hacia la cordillera B . . .
Así también parece evolucionar ¡la [polítípa [argentina, después de terminado el segundo gobierno del general Eoca ; un nuevo presidente porteño diríase que encarna las viejas y generosas tendencias de Moreno y Rivadavia. . . Inconscien- tes como todos los instrumentos de la historia, los antiguos provincialistas y federalistas le han abierto el camino al ope- rar, desde 1880, la reconcentración del poder nacional en Buenos Aires y el consiguiente debilitamiento de los poderes provinciales. . . La Regeneración será entonces, de 1904 en