Página:Obras completas de Marco Tulio Cicerón - Tomo I - Biblioteca Clásica XIV (1889).pdf/104

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
70
Marco Tulio Ciceron.

rior al derecho. Equitativo, lo que es justicia igual para todos. Juzgado, lo que ya ha sido decidido ó constituido por alguna sentencia. En cuanto al derecho legitimo, se conocerá por las leyes, De todas y cada una de estas partes del derecho podrá cada cual inferir y deducir lo que ha de hacerse en el mismo caso ó en otro semejante, mayor ó menor. Por lo que hace á los lugares comunes, como hay dos géneros, uno que contiene amplificaciones de cosa cierta y otro de dudosa, considérese lo que la causa da de si, y lo que puede y debe amplificársela por medio del lugar comun. No pueden prescribirse los mismos argumentos para todas las causas. En la mayor parte de ellas bastara defender o combatir la autoridad de los jurisconsultos. Se ha de considerar así en esta como en todas las demas causas si el asunto presenta algunos lugares comunes además de los que quedan expuestos. Consideremos ahora el género judicial y sus partes.

En el género judicial se discute la naturaleza de lo justode lo injuste, y la naturalza de la pena. Sus partes son dos: una que llamamos absoluta, otra accesoría. Absoluta es la que contiene en si, no implicita y escondidamente como la negocial, sino clara y patente, la cuestion de lo recto y de lo injusto, vg.: «Habiendo vencido en guerra los Tebanos á los Lacede: nonios, y siendo costumbre de los Griegos, cuando tenian guerras entre si, levantar algun trofeo en sus confines, sólo para declarar por entonces su victoria, y no para que permaneciese como eterno monumento de la guerra, los Tebanos levantaron un trofeo de bronce. Son acusados ante los anfictionas, es decir, ante el tribunal comun de la Grecia.» La acusacion es: no fué lícito. La respuesta: fué lícito. La cuestion: ¿fué lícito? La razon.es que por el valor en la guerra se adquiere tal gloria que queremos dejar monumentos imperecederos de ella á nuestros descendientes. Se contesta á esta razon diciendo que los Griegos no deben dejar eternos monumentos de sus