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Marco Tulio Ciceron.

dérselo.» Despues se encarecerán los beneficios; y por medio del lugar comun, se traerá la voluntad de los jueces á clemencia.

Aunque este género de defensa sólo en parte puede usarse en el juicio, como quiera que con frecuencia ocurre en el Senado ó en Consejo, debemos poner aquí sus preceptos. Vemos que en el Senado y ante el pueblo se deliberó acerca de Sifax, y que Quinto Numitor Pullo fué acusado ante el tribunal de Lucio Opimio, donde le valió más el pedir misericordia que ningun otro género de defensa. No le fué tan fácil el probar por conjeturas que habia tenido siempre buena voluntad hácia el pueblo romano, coinu el pedir por medio de la deprecacion que se le perdonase, alendiendo á sus anteriores beneficios.

Deberá el que pida perdon recordar sus beneficios, si algunos ha hecho, y probar, si puede, que son mayores que sus delitos y que él ha hecho más bien quo mal: recordará despues las hazañas de sus antepasados, si algunas bicteron: dirá que no procedió por odio ni crueldad, sino por imprudencia ó ajeno impulso, ó por otra causa honesta y probable: prometerá, que ya escarmentado y agradecido al beneficio de los que le perdonen, huirá siempre de tal delito, y que tiene esperanzas de poder servir en alguna ocasion señalada á los que tal favor le hagan. Si es posible, alegará su parentesco ó antigua amistad con los jueces: ponderará la magnanimidad y nobleza de los que quieran salvarle, y mostrará sin arrogancia que hay en él buenas cualidades, dignas de honor y no de que se le imponga un suplicio: traerá á la memoria otros casos en que se han perdonado mayores delitos. Será de mucho efecto el recordar que ha sido misericordioso y propenso al perdon cuando ha tenido algun poder. Procurará disminuir en todo lo posible la gravedad de su pecado y los inconvenientes que de él hayan nacido, en términos que parezca torpe ó inútil el castigar á tal hombre. Despues, por medio de lugares comunes, se