Página:Obras completas de don Andrés Bello - Volumen II - Poema del Cid.djvu/13

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DEL CID VII La antigüedad de esta redaccion puede explicar la frase avi- sando siempre al lector, frase que se ve en la pájina 28, i que no está en armonía con la obra. Aquella frase anuncia que en el Poema se indicarán siempre las variantes entre esta edición i la de Sánchez. Posteriormente el señor Bello borró las variantes en todo el canto primero, aunque no en los can- tos segundo i tercero. Como no era posible contrariar la men- te del autor publicando la obra en ese estado, he creído respe- tar su voluntad suprimiendo las variantes en los dos últimos cantos, por estar suprimidas en el primero. Es probable que el señor Bello borrase las variantes que habia puesto, porque habia muchas otras que era preciso agregar, si pensaba avisar siempre al lector; cosa que habria dado demasiada extension a la obra, sin ventaja para el público. Como he dicho ántes, en la definitiva redacción del prólogo su autor no llegó sino a la mitad de la pájina 16. Faltaba to- davía mucho para llenar el programa que se había propuesto en esa parte de su obra, i que aparece en un borrador del año 1851. El programa dice así: «No obstante el saber i dilijencia de los escritores que han dirijido su atención a este asunto (el Poema del Cid), no se ha podido ni aun conjeturar con alguna probabiÜdad quién fuese su autor; i lo que es mas, no se ha determinado con tolerable certidumbre la época de la composición; ni me parece que se ha columbrado su historia, o apre- ciado su carácter e intención artística, o ñjado su lugar entro las producciones poéticas de la edad media. No se sabe hasta qué punto podemos confiar en la integridad i pureza del manuscrito que la re- presenta bajo su última forma; i hasta sobre la verdadera fecha de este manuscrito hai variedad de opiniones. Sobre todos estos puntos he creído necesario expresar mi juicio. » De las varias cuestiones comprendidas en este programa han sido discutidas solamente dos en la última redacción del prólogo. Para dilucidar las* demás, el autor habría resumido probablemente las ideas manifestadas antes en diversas mono- grafías, i habría agregado quizas nuevas consideraciones. Las monografías anteriores se encuentran en el Repertorio Amo^ ricano, Londres, 1827; en el Araucano, periódico oficial de Chile, 1834, J841; en el Crepúsculo, periódico literario do