vida el juicio de las obras del malogrado escritor, un testimonio de justicia hacia esta generación entre la cual me agito, generación que á riesgo de su vida ahuyenta la muerte de los infectos campos de batalla y da su oro para el libro de un poeta!
Majestades de la tierra, artistas, ingenieros, em pleados, políticos, habitantes de la ciudad, de las aldeas escondidas, todos los que en esa larga lista que ante mí tengo, habéis depositado, desde la cantidad inesperada, por lo magnífica, hasta el óbolo modesto, recibid por mi conducto un voto de gracias, á que hacen coro los temblorosos labios de hijos sin padres, y de madres sin esposos; pues no sólo habéis salvado del olvido las obras de Becquer, sino que, al borde de su tumba, habéis allegado el pan cuotidiano que libertará de la miseria á seres desvalidos.
Los encargados de llevar a cabo tal empresa, hubieran tenido un gran placer en poner al frente de la edición los nombres de los que á ella han contribuído; pero la caridad acreciólos tanto, que su inserción hubiera aumentado el gasto notablemente. El distinguido pintor Sr. Casado, á cuya iniciativa, actividad y arreglo se debe casi todo el éxito de la recaudación, publicará en tiempo oportuno, y en unión con los demás amigos que han llevado á término esta obra, las cantidades recibidas y las que se han invertido, para justa satisfacción de