del Océano; y Prithivi, que conoce todas las cavernas subterráneas de las mundos, y vive en el seno de la creación.
Después encerró en redomas trasparentes y de una materia nunca vista, gérmenes de cosas inmateriales é intangibles, pasiones, deseos, facultades, virtudes, principios de dolor y de gozo, de muerte y de vida, de bien y de mal. Y todo lo subdividió en especies, y lo clasificó con diligencia exquisita, poniéndole un rótulo escrito á cada una de las redomas.
La turba de rapaces que ensordecía en tanto con sus voces y sus ruidosos juegos los círculos inferiores del Paraíso, echaron de ver la falta de su señor. ¿Dónde estará? exclamaban los unos. ¿Qué hará? decían entre sí los otros; y no eran parte á disminuir el afán de los curiosos las columnas de negro humo que veían salir en espirales inmensas del laboratorio de Brahma, ni los globos de fuego que desde el mismo punto se lanzaban volteando al vacío, y allí giraban como en una ronda luminosa y magnífica.