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ACTO III, ESCENA I.
D. GERÓNIMO.
Usted, amigo Don Bartolo, estará en mi casa obsequiado y servido como un príncipe; y entretanto, quiero que tenga usted la bondad de recibir estos escuditos.
(Saca la bolsa y torna de ella algunos escuditos.)
BARTOLO.
No se hable de eso.
D. GERÓNIMO.
Hágame usted este favor.
BARTOLO.
No hay que tratar de la materia.
D. GERÓNIMO.
Vamos, que es preciso.
BARTOLO.
Yo no lo hago por el dinero.
D. GERÓNIMO.
Lo creo muy bien, pero sin embargo.....
BARTOLO.
¿Y son de los nuevos?