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SONETOS.

Ya que la patria, en el comun lamento,
Feroz ignora la opinion que pierde,
Negando á sus cenizas monumento[1].

LA DESPEDIDA.


Nací de honesta madre: dióme el cielo
Facil ingenio en gracias afluente:
Dirigir supo el ánimo inocente
A la virtud el paternal desvelo.

Con sabio estudio, infatigable anhelo,
Pude adquirir coronas á mi frente:
La corva escena resonó en frecuente
Aplauso, alzando de mi nombre el vuelo.

  1. Moratin atribuye malamente á lo que llama ferocidad de la patria lo que solo debió atribuirse á la desgraciada combinacion de las circunstancias, porque no podia ignorar el señalado aprecio que, á pesar de la diversidad de opiniones y de conducta, gozaba y goza la memoria de Batilo en su patria. El honroso monumento que hoy cubre sus cenizas en Mompeller, se debe á los generosos sentimientos de un maguate español (el Duque de Frias) que peleó con distincion en la guerra de la independencia, y que entregado durante la paz al cultivo de las musas, ha consagrado este homenage à la fama póstuma de Melendez en nombre de todos sus compatriotas.