Página:Obras de Leandro Fernández de Moratín - RAH (Tomo I - Parte I).djvu/121

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
67
Notas.


    vábale un mozo delante la joya con ministriles y trompetas, é llegados á palacio haciales dar confites y vino; é luego partian dende los mantenedores é trovadores con los ministriles é joya acompañando al que la ganó fasta su posada, é mostrábase aquel aventage que Dios y natura ficieron entre los claros ingenios é los obscuros. Orígenes de la lengua española por Mayans.

    (8) Los desposorios de sus principes. El docto Muratori en sus disertaciones sobre las antigüedades de Italia nos da una idea de la pompa espléndida de tales fiestas. En cuanto á los espectáculos teatrales que empezaron á usarse en aquella nacion, merecen consultarse entre muchas obras que tratan de esto, la Historia literaria de Italia de Tiraboschi y la de los teatros de Signorelli.

    (9) Si del todo se habian perdido. A las comedias y tragedias griegas ó latinas que se representaban por toda la extension del imperio romano, sucedieron los mimos y pantomimos, que durante los últimos emperadores gentiles llegaron á ocupar casi exclusivamente los teatros de Roma y de las provincias sujetas á su dominacion. La paz dada á la Iglesia por Constantino en el siglo IV no hizo cesar los acostumbrados espectáculos; apenas pudo contener la sangrienta ferocidad del anfiteatro y reprimir en la escena la torpe disolucion de sus mimos y acciones mudas. Constantino prohibió los gladiadores, obedeciéndose tan mal su decreto que al cabo de muchos años Arcadio y Honorio volvieron de nuevo á prohibirlos. El papa Gelasio I se lamentaba á fines del V siglo de la celebracion de las fiestas lupercales, que su zelo y su autoridad no podian extinguir. Tanto tardan las naciones en abandonar sus costumbres y olvidar lo que las deleita. Duraron pues los teatros con mas ó menos esplendor