imitarlos en la traduccion, haciéndola en nuestros versos de romance, que es género mas usado en la métrica arábiga de donde procede sin duda. Y los he hecho imprimir como ellos los escriben, porque cada dos versos de nuestros romances equivalen á uno arábigo que ellos dividen en dos partes. Véase por ejemplo uno muy corto de los que Conde incluyó en la citada historia: es composicion de uno de los poetas favorecidos de Almanzor, que le enviaba en el invierno un cesto de rosas. Cuando yo de mi jardin-te envio las rosas bellas, lo extraña la gente y dice-con admiracion de verlas: feliz se apresura el año,- flor temprana el prado lleva; ó es que el tiempo de Almanzor-es perpetua primavera. Fernando III dió repartimientos en Sevilla á dos trovadores que le acompañaron en la conquista de aquella ciudad, llamados el uno Nicolás de los romances, y el otro Domingo Abad de los romances. Los romances mas antiguos que hoy conocemos pertenecen al reinado de Juan el II: los anteriores todos se han perdido. Tal vez pudieran hallarse algunos entre las poesías manuscritas de D. Juan Manuel, si por fortuna llegasen á parecer algun dia. Este género se fue perfeccionando como las demas combinaciones líricas, y en él se expresaron afectos delicados ó heróicos, segun los varios argumentos á que supieron aplicarle. Góngora y los que le imitaron mejor desempeñaron con mucho acierto esta parte de nuestra poesía nacional. En el siglo anterior D. Vicente García de la Huerta y D. Nicolás Fernandez de Moratin renovaron la composicion de romances históricos; y en los amorosos manifestó Melendez su delicada sensibilidad y su buen gusto.