Página:Obras de Leandro Fernández de Moratín - RAH (Tomo I - Parte I).djvu/144

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Notas.


    Era dádiva de D. Gaspar de Jovellanos, que habia ilustrado con notas marginales de su mano algunos pasages del texto: circunstancias que añadidas á la singularidad del libro, le hacian para mí mucho mas precioso. Las revueltas de los tiempos me privaron de esta rara y apreciable alhaja, sin que despues me baya sido posible averiguar su paradero.

    (36) Fasco Diaz Tanco. Véanse los números 30, 31 y 32 del catálogo.

    (37) Las graciosas comedias, &c. Véase el número 35 del catálogo.

    (38) Fernan Perez de Oliva. Véanse los números 43, 44 y 45 del catálogo.

    (39) Las universidades, &c. D. Gaspar de Jovellanos en un informe dirigido al rey, durante su ministerio, le decia: Hubo un tiempo en que España saliendo de los siglos obscuros, se dió con ansia á las letras: convencida al principio de que todos los conocimientos humanos estaban depositados en las obras de los antiguos, trató de conocerlas: conocidas, trató de publicarlas e ilustrarlas; y publicadas, se dejó arrastrar con preferencia de aquellas en que mas brillaba el ingenio y lisonjeaban mas el gusto y la imaginacion. No se procuró buscar en estas la verdad, sino la elegancia; y mientras descuidaba los conocimientos útiles, se fue con ansia tras de las chispas del ingenio que brillaban en ellas..... Tino despues otra época en que los riesgos de la religion arrebataron toda su atencion hácia su estudio. Vino el tiempo de las heregias y las sectas, tanto mas ominosas á los estudios, cuanto entrándose á discurrir sobre los derechos de los principes y los pueblos, parecian atacar la autoridad pública, y presentar la horrible imagen de la anarquia y del desorden. Desde entonces las ciencias eclesiásticas merecieron todo su cuidado, y de cuantos progresos hicieron en ellas pueden ser