Página:Obras de los moralistas griegos. Marco Aurelio-Teofrasto-Epicteto-Cebes (1888).pdf/160

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
102
MORALISTAS GRIEGOS.

102.

MORALISTAS GRIEGOS.

una eternidad lo dispone y lo gobierna todo, siguiendo ciertos plazos y periodos determinados.

En un abrir y cerrar de ojos vendrás á ser un poco de ceniza ó un esqueleto, y á lo más quedarásolamente tu nombre ó ni menos el nombre, siendo éste á la verdad un puro sonido y el eco de la voz.

Las cosas de mayor aprecio en la vida son vanas, pútridas y de ningún valor, y como otros tantos perrillos que se muerden mutuamente ú otros tantos niños que, riñendo entre si, tan pronto lloran como se rien. Pues la buena fe y el pudor natural; la justicia y la verdad, huyendo de la espaciosa y ancha tierra, de un vuelo se subieron al olimpo. Qué cosa, pues, hay que aun te detenga aquí y embelese? porque verdaderamente las cosas sensibles son muy expuestas á la mutación y nada consistentes, los sentidos ciegos y fácilmente reciben trastornadas las impresiones; el alma es una exhalación de la sangre, y el que seas celebrado entre estas gentes es una pura vanidad. Por qué luego no esperas con un ánimo plácido ó bien tu extinción ó bien tu traslación? Mas entretanto que llega el tiempo oportuno para ella, qué cosa bastará que yo haga? ¿qué otra cosa ha de bastar, sino el que veneres y alabes á los dioses, el que hagas bien á los hombres, el que sepas sufrirlos y abstenerte de su trato en ciertas ocasiones, el que te acuerdes que cuanto está fuera de los límites de este tu cuerpo y espíritu no es cosa tuya[1] ni depende de tu voluntad? Siempre podrás salir con felicidad en tus empre- [1] Los estoicos no tenian por cosa propia, sino lo que estú en nuestro arbitrio.


  1. 1,0 1,1