Soneto que respira el celo patriótico y religioso de sus tiempos:
«Ya se acerca, Señor, o ya es llegada
La edad gloriosa en que promete el cielo
Una grey y un pastor solo en el suelo,
Por suerte à vuestros tiempos reservada.
»Ya tan alto principio en tal jornada
Os muestra el fin de vuestro santo zelo,
Y anuncia al mundo para más consuelo
Un Monarca, un Imperio y una Espada.
»Ya el orbe de la tierra siente en parte,.
Y espera en todo, vuestra Monarquía
Conquistada por vos en justa guerra;
»Que, à quien ha dado Christo su estandarte,
Dará el segundo más dichoso dia
En que, vencido el mar, venza la tierra».
Don Íñigo Lopez de Mendoza, primer marqués de Mondéjar y segundo conde de Tendilla, fué padre de nuestro autor, y nieto del célebre marqués de Santillana, del mismo nombre y apellido. Fué alcaide de la Alhambra, y Capitan general del reino de Granada desde su conquista. Casó en segundas nupcias con doña Francisca[1]
- ↑ Juana, dice Nicolás Antonio.