Pero ya que en el alma tu figura
Tengo, en humana forma abreviada,
Tal hice retraerte de pintura,
Cual amor te dejó en ella estampada.
No por ambicion vana ó por memoria
De tí, ni para publicar mis males,
Ni por verte más veces que te veo;
Mas por sólo gozar de tanta gloria,
Señora, con los ojos corporales,
Como con los del alma y del deseo.
XXII.
Háme traido amor á tal partido,
Que ni puedo ni quiero conocerme;
Cuantas armas tenía le he rendido,
Pues le di la razon para vencerme.
Hombre nací y por hombre era tenido;
Pudieran seso y arte socorrerme,
El tiempo, la experiencia y el sentido;
Mas todo lo dejé, y quise perderme. [de
Señora, gran mal es quel hombre entien-
Cuanto aparta de sí, y no se arrepiente,
Y que sabe cuán poco bien se espera;
Que vive y morirá desta manera,
Fuera de humana forma ó acidente,
Sino de querer bien, que no se aprende.