Página:Ocho claves para vivir con fibromialgia.pdf/47

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

o hija que quiere ese postre que tarda dos horas en hacerse… estas también son actividades que conllevan tiempo y que, por tanto, deben valorarse adecuadamente antes de decir automáticamente «sí».

Frecuentemente, las personas con fibromialgia experimentan variaciones en sus síntomas, teniendo días buenos y días malos dentro de una misma semana. El planteamiento habitual de las personas con diagnóstico reciente es aprovechar los días buenos para hacer todas las tareas que no han podido hacer en los días malos. Esto implica que en los días posteriores experimentarán un cansancio muy importante y se provocarán días malos. ¿Cómo evitamos que esto ocurra? Planificando y conociendo mejor nuestro cuerpo y nuestra enfermedad. Las personas que han sido diagnosticadas hace muchos años, a menudo aprenden a convivir con la enfermedad, a hacer «un poco» cada día, sin llegar a fatigarse demasiado, pero autoexigiéndose siempre hacer un mínimo.

Los «días buenos» deben ser aprovechados para pasar tiempo de calidad con nuestro entorno y disfrutar, tratando de evitar realizar muchas tareas y mucho esfuerzo físico. En definitiva, es más recomendable limpiar una sola habitación cada día que esperar a tener un día bueno para asear toda la casa a fondo.

De nuevo, aquí es relevante que se mantenga la comunicación con el entorno y pidas ayuda cuando la necesites. Igualmente, será importante que digas que no a aquello que sabes que te es perjudicial.

Uno de los problemas habituales de las personas con fibromialgia es consecuencia de la mala gestión del tiempo. Se produce debido a que en los «días buenos» se intenta hacer todo lo que no se ha podido hacer en los días malos, lo que repercute negativamente en los días posteriores.

47