dad, aspirasen á conseguir los verdaderos bienes, que con sus dolores y afrentas nos mereció el Salvador.
El suceso ha correspondido constantemente á los piadosos deseos de esta santa madre. Porque, aunque sus verdaderos hijos en todas sus festividades acuden al templo á acompañarla en sus penas ó en sus gozos, en ningún tiempo del año es tan grande y tan universal esta concurrencia como en la semana santa, cuyos dias procuran santificar todos los buenos cristianos con el espíritu de recogimiento y oracion y correspondiente al incomparable beneficio que en ellos se nos recuerda.
Por contribuir pues al aumento y fervor de esta devocion y al espiritual aprovechamiento del pueblo, he querido poner en las manos de todos, los mismos oficios de estos dias en lengua vulgar, y de un modo fácil y acomodado á la capacidad de los menos in-