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Domingo de Ramos.

tad de ser hechos [1] hijos de Dios á los que creen en su nombre. Los cuales no han nacido [2] de sangre ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varon, sino de Dios. (Se hincan las rodillas.) Y [3] el Verbo se hizo carne y moró entre nosotros; y vimos su gloria, [4] gloria cual convenia al unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. En las misas privadas se lee al fin

el evangelio: Cum appropinquasset,

  1. Hijos de Dios. Con su muerte les abrió el camino de llegar á ser hijos adoptivos de Dios, y por consiguiente les dió derecho á la eterna felicidad.
  2. De sangre. La fe en J. C. no se adquiere con la genaracion natural, sino con la regeneracion espiritual que es obra del Espíritu santo.
  3. El Verbo se hizo carne. No mudando su ser, ni trocándose el Verbo en carne, sino uniendo la naturaleza humana con la divina en la persona del Verbo.
  4. Gloria cual &c. Esto es, gloria de santidad, de justicia, de verdad. (Martini hìc.)