Ir al contenido

Página:Orígenes de la novela - Tomo I (1905).djvu/13

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
III
Introducción

los Coloquios satíricos de Antonio de Torquemada, libro de muy apacible lectura por lo sabroso de la dicción y por las raras noticias que ofrece de usos y costumbres de su tiempo. Y no hemos querido separar de ella el Coloquio pastoril con que termina, obra entre dramática y novelesca. De buen grado hubiéramos incluido también otra muy semejante, los Coloquios matrimoniales, de Pedro de Luján, y no hubiéramos dejado en olvido la ingeniosa novela alegórica de Loyola, Viaje y naufragios del Macedonio, pero habrán de quedarse para mejor ocasión con otros libros análogos, no menos raros ó interesantes que los anteriores.

Tales son las obras que en este tomo se ofrecen á la consideración del lector. Pero antes de discurrir particularmente sobre ellas, debemos apuntar algunas consideraciones acerca de la novela española del siglo XVI, no limitándonos á las que ahora reimprimimos, sino abarcando el cuadro general, para que mejor se entienda el valor y significación de cada una, y remontándonos, como es forzoso, á los orígenes del género, para explicar la evolución de sus formas, si bien procederemos en esto con la mayor sobriedad posible.

I

Reseña de la novela en la antigüedad clásica, griega y latina.

Género tan antiguo como la imaginación humana es el relato de casos fabulosos, ya para recrear con su mera exposición, ya para sacar de ellos alguna saludable enseñanza. La parábola, el apólogo, la fábula y otras maneras del símbolo didáctico son narraciones más ó menos sencillas, y gérmenes del cuento[1], que tiene siempre en sus

  1. Los más antiguos cuentos conocidos son hasta ahora los egipcios, que ha coleccionado G. Maspero en un precioso volumen (Les Contes populaires de l'Egipte ancienne, traduits et commentés par G. Maspero, París, 1889, tomo 4.º de Les littératures populaires de toutes les nations). El primero de los cuentos que comprende, descubierto en 1852 por Rougé, es una novela de la época faraónica, enteramente análoga á las de Las Mil y una noches, con una de cuyas historias, la de los príncipes Amgiad y Assad, tiene gran semejanza este cuento de los dos hermanos, y también con otros muchos temas de novelística popular (falsa acusación de una madrastra ó cuñada, encantamiento del corazón en un árbol, transformaciones del protagonista Bitiu análogas á las de Proteo, etc.). Todavía más extraordinario y fantástico es el cuento de Satni, hijo de un rey de Menfis, en que intervienen momias parlantes, hechiceras, magos y otros seres misteriosos, pasando gran parte de la acción fuera de los límites de este mundo. Otros cuentos son de género muy diverso. El de la toma de la ciudad de Joppe por los soldados de Tutii escondidos en grandes vasijas de barro recuerda en seguida la estratagema de Alí Baba y los cuarenta ladrones en Las Mil y una noches. No falta una muestra de novela de viajes y naufragios, análoga á la de Sindbad el marino, y todavía más á las griegas que parodió Luciano en la Historia verdadera. Hay verdaderos cuadros de costumbres populares, como la historia del aldeano que va á pedir justicia á la ciudad. Pero en general son cuentos prodigiosos, en que la magia predomina, como el del rey Kufní; el de la princesa de Baktan, poseída por el espíritu maligno; el del príncipe predestinado á ser muerto por la serpiente, por el cocodrilo ó por el perro, ó bien relatos de aventuras épicas que han podido pasar por historias, como las Memorias de Sinuhit. Á estos y otros varios cuentos más ó menos íntegros, recogidos directamente de los papiros egipcios, ha unido Maspero el de Rhampsinito, que sólo conocemos en la forma griega que le dió Herodoto. Los papiros que contienen algunos de estos cuentos son del siglo XIII ó XIV antes de la era cristiana, y algunos todavía más antiguos en centenares de años, según la opinión de Maspero. La India no tiene nada que se aproxime á esta antigüedad, y los cuentos egipcios son hasta ahora las primicias del género en la literatura universal.