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Página:Orígenes de la novela - Tomo I (1905).djvu/28

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XVIII
Origenes de la novela

intérprete David Sahid de Ispahan[1], prestó á Lafontaine argumentos para algunas de sus mejores fábulas, y algunas tomó también del Specimen Sapientiae Indorum veterum del P. Possino, que es una traducción latina de la griega de Simeón Sethos[2]. Y hasta el Homayun-Nameh turco tuvo por intérpretes en castellano al ragusés Vicente Bratuti[3] y en Francia á Galland[4], aunque fué menos leído que Las Mil y una noches.

Pero todas éstas son derivaciones excéntricas, manifestaciones sporádicas. El río verdaderamente caudaloso, el que inundó toda Europa con sus aguas, es el que pasa del árabe al hebreo, del hebreo al latín y del latín á las lenguas vulgares.

Dos son las versiones hebraicas del Calila y Dimna, publicadas entrambas por Derenbourg en 1881[5]. La primera y más importante de estas traducciones se atribuye á un cierto Rabí Joel, que parece haber florecido á principios del siglo XII, y que probablemente residía en Italia. La segunda, de la cual sólo se conoce el principio, fué trabajo de un Jacob ben Elazar, gramático y lexicógrafo del siglo XIII, y permaneció ignorada fuera de la Sinagoga. Es un producto literario del hebraísmo moderno, donde las fábulas de Bildpai quedan anegadas en un centón de textos bíblicos.

En cambio, la versión de Rabí Joel importa mucho para la literatura. Un judío converso, Juan de Capua, intérprete también de dos obras médicas de Avenzoar y Maimónides, trasladó al latín el Calila hebreo con el título de Directorium vitæ humanae, dedicándoselo al cardenal Mateo Orsini, que vistió la púrpura romana desde 1263 á 1305[6]. Bajo tan alto patrocinio, el Directorium, cuyo autor no pasaba, según

  1. Livre des lumières de la conduite des roys, composé par le sage Pilpay indien, traduit en français par David Sahid d'Ispahan, ville capitale de Perse (Paris, chez Simeon Piget, 1644). Reimpresa en 1698. Las imitaciones de Lafontaine están en los cinco últimos libros de sus fábulas, publicados en 1678 y 1679.
  2. Specimen Sapientiae Indorum veterum, liber olim è lingua Indica in Persicam a Perzoe medico; è Persica in Arabicam ab anonimo; ex Arabica in Graecam a Simeone Seth, a Petro Possino Societ. Iesu, novissime ex Graeca in latinam translatus. En el apéndice al primer tomo de su edición de la crónica de Pachymeres (Georgii Pachymeris Michael Palaeologus, sive Historia rerum a M. P. gestarum, edidit Petrus Possinus, Romae, 1666). El P. Possino suprimió algunas fábulas que le parecieron demasiado libres, por lo cual su versión es menos completa que la de Stark.
  3. Espejo Político y Moral para Príncipes y Ministros y todo género de personas, por Vicente Bratuti Raguseo, etc. Madrid, dos tomos, impreso el primero en 1654 por Domingo García y Morras y el segundo por Josef Fernández de Buendía, 1659. El tercero, que debía contener los seis últimos capítulos de los catorce en que el libro turco se divide, no llegó á publicarse. Los nombres de Calila y Dimna están sustituidos con los de Chelio y Demenio.
  4. Les Contes et Fables indiennes de Bidpaï et de Lokman traduites de Ali-Tchelebi-ben-Saleh, auteur turc; œuvre posthume, par M. Galland. (París, 1724, 2 vols.).

    Esta traducción fué completada muchos años después por Cardonne, Contes et Fables indiennes... ouvrage commencé par feu M. Galland, continué et fini par M. Cardonne (París, 1778, 3 vols. 12.º.).

  5. Deux versions hebraïques du livre de Kalilâh et Dimnâh. La première accompagnée d'une traduction française, publiées d'après les manuscrits de Paris et d'Oxford, par Joseph Derenbourg. París, Vieweg, 1881.
  6. Johannis de Capua. Directorium vitæ humanae, alias Parabola antiquorum sapientum. Version latine du livre de Kalilâh et Dimnah, publiée et annotée par Joseph Derenbourg. (París, Vieweg, 1887). Tanto esta publicación como la anterior forman parte de la Bibliothèque de l'École des Hautes Études.

    Las antiguas ediciones latinas del Directorium son extraordinariamente raras. Brunet enumera cuatro, la primera de 1480. Llevan grabados en madera, lo mismo que las ediciones en alemán y en castellano, y convendría compararlas.