Página:Orgullo y prejuicio - Tomo II (1924).pdf/218

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
216
 

Catalina, y con desaliento previó de qué se trataba.

Siguió a su padre hasta la chimenea y ambos se sentaron. Entonces dijo él:

—He recibido esta mañana una carta que me ha asombrado en extremo. Como principalmente se refiere a ti, debes conocer su contenido. No sabía hasta ahora que tenía dos hijas a punto de casarse. Permíteme que te felicite por tan importante conquista.

El color salió entonces al rostro de Isabel, por la convicción instantánea de que la carta era del sobrino en vez de ser de la tía; y vacilaba entre alegrarse de que aquél se explicase del todo u ofenderse de que la misiva no estuviera dirigida a ella, cuando su padre continuó:

—Parece que lo adivinas. Las jóvenes poseen gran penetración en asuntos de esta índole; mas creo poder desafiar tu sagacidad a que descubras el nombre de tu admirador. La carta es de Collins.

—¡De Collins! ¿Qué puede tener que decir?

—Como era de esperar, algo muy oportuno. Comienza con la enhorabuena por la próxima boda de mi hija mayor, boda de la cual parece informado por los bondadosos parlanchines Lucas. No entretendré tu impaciencia con leerte lo que dice sobre eso. Lo referente a ti es como sigue:

«Después de haberte felicitado de parte de la señora de Collins y mía por tan fausto acontecimiento, permíteme añadir una corta advertencia sobre otro asunto, del cual hemos sido informados por