cion válida á su eficiencia en otros tiempos y en otros sentidos; porque estamos léjos de suponer que muchas especies sufran al mismo tiempo en la misma region modificacion y mejora.
Seleccion sexual
Del mismo modo que aparecen á menudo en el estado doméstico peculiaridades en un sexo que se trasmiten hereditariamente en dicho sexo, sucederá tambien sin duda en la naturaleza.
Así, pues, es posible que los dos sexos se modifiquen por medio de la seleccion natural con relacion á los diferentes hábitos de vida, como algunas veces sucede; ó que un solo sexo se modifique con relacion al otro sexo, como comunmente ocurre. Me lleva esto á decir unas pocas palabras sobre lo que he llamado seleccion sexual. Depende esta forma de seleccion, no de una lucha por la existencia con relacion á otros séres orgánicos ó á condiciones externas, sino de la lucha entre los indivíduos de un sexo, generalmente entre los machos por la posesion del otro sexo. El resultado para el competidor vencido, no es la muerte, sino poca ó ninguna progenie: la seleccion sexual es, por tanto, ménos rigurosa que la seleccion natural. Generalmente, los machos más vigorosos, aquellos que están mejor preparados para ocupar sus lugares en la naturaleza, dejarán mayor descendencia. Pero en muchos casos depende la victoria, no tanto del rigor general, como de tener armas especiales limitadas á los machos: un ciervo sin cuernos ó un gallo sin espuelas, tendria muy pocas probabilidades de dejar numerosa descendencia. La seleccion sexual, permitiendo siempre al vencedor que crie, pudo dar seguramente valor indomable, longitud á la espuela y fuerza al ala para herir con la pierna armada, casi del mismo modo que lo hace el brutal jugador de gallos, por la cuidadosa seleccion de sus mejores gallos. Hasta qué punto desciende en la escala de la naturaleza la ley de la batalla, yo no lo sé; caimanes machos han sido descritos peleando, rugiendo y moviéndose con mucha rapidez en redondo, como los indios en danza guerrera por la posesion de las hembras; los salmones machos han sido observados peleando incesantemente todo el dia; los insectos llamados cier-