Página:Origen de las especies por medio de la selección natural.djvu/286

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270 ORIGEN DE LAS ESPECIES lladas de una manera brusca ó repentina. Es preciso no olvi- dar tampoco cuando miramos lits partes especiales de especies inmediatas, en vez de especies distintas, que pueden trazarso gradaciones numerosas y asombrosamente delicadas que co- nedan estructuras oxtraordinariamente diferentes. Muchos grandes grupos de hechos son comprensibles sola- mente por el principio de que las especies se han desarrollado por pasos muy pequeños. Por ejemplo, el hecho de que las es- pecies incluidas en los géneros más grandes estén más íntima- mente relacionadas entre sí y presenten mayor número de va- riedades que las especies en los géneros más pequeños. Las primeras están tambien agrupadas en pequeños pelotones como las variedades alrededor de las especies; y presentan otras analogias con las variedades como se demostró en nues- tro capitulo segundo. Con este mismo principio podemos en- tender cómo los caracteres específicos son más variables que los caracteres genéricos, y cómo las partes que se desarrollan en u grado extraordinario o de una manera extraordinaria son más variables que las demas partes de la misma especie. Mu- chos hechos análogos podrian citarse que todos hablan en el mismo sentido. Aunque casi ciertamente se han producido muchísimas espe- cies por pasos que no son mayores que los que separan delicadas variedades, puede sostenerse que algunas han sido desarrolla- das de una manera diferente y brusca. No debe hacerse, sin embargo, esta concesion sin que se den para ello fuertes prue- bas. Las analogias vagas, y en algunos conceptos falsas, como ha demostrado que lo son Mr. Chauncey Wright, que han sido presentadas en favor de esta opinion, tales como la cristalizacion repentina de sustancias inorgánicas, ó la caida de un esferóide de facetas, de una faceta á otra, apenas merecen considera- cion. Una clase de hechos, sin embargo, á saber, la repentina aparicion de nuevas y distintas formas de vida en nuestras formaciones geológicas, apoya a primera vista la creencia en el desarrollo repentino; pero el valor de esta prueba depende enteramente de la perfeccion del registro geológico relativo á periodos remotos en la historia del mundo. Si este registro es tan fragmentario como muchos geólogos afirman con mucha fuerza, nada hay de extraño en que aparezcan nuevas formas súbitamente desarrolladas.