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ORIGEN DE LAS ESPECIES

solo huevo en un nido para que el polluelo grande y voraz que de él salga tenga alimento abundante. 2. Que los huevos son notablemente pequeños, no siendo mayores que los de la alondra, pájaro que es la cuarta parte del cuclillo. Que el tamaño pequeño del huevo es un verdadero caso de adaptacion, lo podemos deducir del hecho de que el cuclillo americano, no parásito, pone sus huevos del tamaño debido. 3. Que el polluelo del cuclillo poco despues de nacer tiene el instinto, la fuerza y un lomo de una figura conveniente para expulsar del nido á sus hermanos de nido que perecen entonces de frio y hambre. ¡A esto se le ha llamado atrevidamente un arreglo benéfico para que el cuclillo pudiera tener suficiente alimento y para que sus hermanos pudieran perecer antes de haber adquirido mucha sensibilidad! Volviendo ahora à las especies de Australia, aunque estos pájaros generalmente ponen sólo un huevo en un nido, no es raro encontrar en el mismo dos y hasta tres. En el cuclillo bronceado varian los huevos mucho en tamaño desde ocho á diez líneas de largo. Ahora, si hubiera sido ventajoso para esta especie haber puesto huevos aun más pequeños de los que ahora ponen, para haber engañado á ciertos padres postizos, ó lo que es más probable, para que fueran empollados en ménos tiempo (por que se afirma que hay una relación entre el tamaño de los huevos y el período de incubacion), no hay ninguna dificultad en creer que pudiera haberse formado una raza ó especie que hubiera puesto huevos cada vez más pequeños, porque éstos hubieran sido empollados y criados con ménos riesgo. Mr. Ramsay observa que dos de los cuclillos australianos, cuando ponen sus huevos en un nido abierto, manifiestan una decidida preferencia por los que contienen huevos semejantes en color á los suyos propios. La especie europea, al parecer, manifiesta alguna tendencia hácia un instinto semejante, pero no rara vez se separa de él, puesto que pone sus huevos, oscuros y de color pálido, en el nido de la curruca que los tiene de un azul verdoso brillante. Si nuestro cuclillo hubiera dado pruebas invariablemente del instinto en cuestion, hubiera sido éste con seguridad añadido à aquellos que se ha supuesto que han debido adquirirse todos juntos. Los huevos del cuelillo bronceado aus-