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INSTINTO DE HACER ESCLAVOS

nido, los esclavos salen ocasionalmente, y como sus dueños, están muy agitados y defienden el nido. Cuando el nido se perturba mucho y están expuestas las larvas y crisálidas, trabajan enérgicamente los esclavos, al mismo tiempo que sus dueños, para sacarlas y ponerlas en salvo; claro es, por tanto, que los esclavos se encuentran enteramente como en su casa. Durante los meses de Junio y Julio de tres años sucesivos, observé durante muchas horas algunos nidos en Surrey y Sussex, y jamás ví á un esclavo salir ó entrar en el nido. Como durante estos meses los esclavos son muy poco numerosos, pensé que pudiera conducirse de diferente modo cuando el número fuera mayor; pero Mr. Smith me dice que ha observado los nidos en varias horas durante Mayo, Junio y Agosto en Surrey y en Hampshire, y nunca ha visto los esclavos, aunque en Agosto habia muchísimos, ni salir del nido, ni entrar en él. Por lo tanto, los considera como esclavos estrictamente para casa. Los dueños, por otra parte, están constantemente llevando materiales para el nido, y alimento de todas clases. En el año 1860, sin embargo, en el mes de Julio, acerté á encontrar una comunidad con un número inusitadamente grande de esclavos, y observé que unos pocos de éstos salian del nido mezclados entre sus amos, y que juntos hacian el mismo camino hasta un alto pino escocés que habia á unas veinte varas de distancia, al cual subian juntos en busca probablemente de pulgones ó quermes. Segun Huber, que ha tenido grandes oportunidades para observar los esclavos en Suiza, trabajan habitualmente con sus amos para hacer el nido, y ellos solos abren y cierran las puertas por la mañana y por la tarde, y como Huber dice expresamente, su principal oficio es buscar pulgones. Esta diferencia en los hábitos usuales de los dueños y esclavos en los dos países, depende puramente de que son capturados en mayor número en Suiza que en Inglaterra. Un dia tuve la fortuna de presenciar una mudanza de un nido à otro de F. sanguinea y fué espectáculo interesantísimo contemplar á los amos llevando cuidadosamente á los esclavos en la boca, en vez de ser los llevados como en el caso de F. rufescens. Otro dia me llamó la atencion una veintena de cazadores de esclavos que rondaban el mismo sitio y que evidentemente no iban en busca de alimento; se aproximaron y fueron vigorosamente rechazados por una comunidad indepen19