Excmo. Sr. Marqués de Molins.
Mi querido Mariano: ¿Á quién mejor que á ti podría tu viejo amigo dedicar su traducción del Orlando de Ariosto, que será probablemente lo último que escriba? De los que fuimos compañeros muy queridos en el Colegio de Calleja, sólo tú y yo vivimos hoy. Se nos han ido: Espronceda hace mucho tiempo, Felipe Pardo, Alonso, los Benítez, Mazarredo, Ventura Vega, los Ochoas (Eugenio y Carlos), los Nandines, Pezuela mínimo (alias Pitón), y tantos y tantos, que no creo que hoy quede ya en este mundo, fuera de ti y de mí, ninguno más de los que, con mi amadísimo hermano José (el Diablillo), tan alegremente corrimos por el gran patio del Colegio de la calle de San Mateo, y de los que fuimos tan felices
Cuando en las anchas aulas escuchamos
la dulce voz del inspirado Anfriso....
como nos dice nuestro inolvidable Ventura Vega.