grandiosamente en la distancia a través de la llanura. Nuestro camino iba a través de una amplia avenida llena de inmensos árboles de pimienta con pleno follaje verde, contrastando vivamente con las bayas rojas brillantes que cargaban cada rama.
Todo era tranquilo y pacífico como un día de Sabbat de Nueva Inglaterra en los tiempos antiguos. Pero hace tres años, esta misma carretera llena de árboles presentó una escena muy diferente. El "Emperador" usurpador y sus mercenarios extranjeros y traidores nacionales, puestos contra la pared, por último, y desesperados por la desesperanza su posición trataban de buscar salida, con el propósito de cortar camino hacia Morelia y la costa del Pacífico, cuando vieron, avanzar a través de la amplia avenida, el victorioso "ejército de Occidente," bajo Ramón Corona, de Sinaloa, quien, con salvajes gritos corrió directamente a lo más grueso de la lucha, y cerró la última ruta de escape de ellos para siempre.