amplio patio, cada edificio es de solo un piso de altura, de ladrillo y techo de teja. La propulsión es proporcionada por una enorme rueda hidráulica, de cuarenta y dos pies de diámetro, que mueve dos mil husos, y el molino emplea doscientos y cincuenta hombres y mujeres cuando está en funcionamiento.
Ahora está inactivo, debido al exceso de algodón nacional, y el alto precio de la materia prima. Tiene grandes cuartos, consistente en largas filas de apartamentos, cada uno con una habitación trasera y frontal, y una terraza y pequeño patio, que, cuando trabajan los molinos, se alquilan a las familias de los operativos en un dólar y cincuenta centavos por mes; no es una renta alta. Las mujeres, todas jóvenes y limpias, y algunas bastante bonitas, estaban sentados en las verandas haciendo algunos trabajos pequeños, y al nosotros en pasar, todas se levantaron y nos saludaron con una sonrisa agradable, y un "¡Buenos días, señores!"
Fuimos al Molino Armonía, que es de carácter similar, y ahora está trabajando. Tiene mil husos y emplea a ochenta operarios. Después fuimos al Molino Atrevida, que tiene veinticinco telares y ochocientos husos, y emplea a ochenta personas. La maquinaria de la Atrevida y San Cayetano es de Fall River—"Estados Unidos Del Norte"—y la de Armonía es de Inglaterra. La Armonía fue construida en 1845, y paga dividendos anuales de treinta a cuarenta mil dólares hasta 1864, cuando el negocio cayó en consecuencia de la guerra civil. La tela es toda de hoja burda o muselina, conocida aquí como manta, y se vende en seis dólares y veinticinco centavos por pieza de treinta y dos varas (una vara de dos pies y tres cuartos, inglés) por la mejor, que pesa once libras por pieza. La de segunda calidad, pesa