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PARAÍSO PERDIDO.

»Cubierta toda de una niebla oscura,
»Apenas por los pálidos fulgores
»De este lago de fuego penetrada,
»Infecunda región, desierto suelo,
»Triste abrigo de todos los dolores?
»Hacia ella dirijamos nuestro vuelo.
»Alli, ya libres del balance horrible
»De estas ondas del lago proceloso,
»Hallaremos quizás algún reposo,
»Si es ¡ay de mi! posible
»Que habite este lugar desventurado!
»Allí nuestros guerreros esparcidos
»Por ese ardiente mar reuniremos,
»A fin de que sus pechos abatidos
»Recobren su valor acostumbrado.
»Después con madurez tratar podremos,
»Juntando de los jefos el senado,
»De acertar con el plan más ventajoso,
»Para dañar á ese enemigo odioso,
»Reparar nuestras pérdidas, y acaso
»Sacar utilidad de esto fracaso,
»Pues á lo que no llega la esperanza,
»La desesperación tal vez alcanza.»
Así en el desmayado compañero,
Entre las negras llamas sumergido,
Satanás el antiguo ardor guerrero
Procura despertar, adormecido,
Y desde el pecho arriba con presteza,
La espantosa cabeza
Sobre el líquido fuego levantando,
Centellas de ojos arrojando,
Registra ansioso la desconocida
Bóveda, para ver si halla salida.
Lo restante del cuerpo desmedido,
En las sulfureas olas extendido,