Desde el principio Don Juan instruyó a Castaneda en las dos áreas de conocimiento. En la del tonal (la derecha) Castaneda se encontraba muy confundido tratando de encontrar explicación a sus experiencias psicotrópicas, aferrándose a su razón y a sus marcos culturales como medios para tratar de sustentar de manera coherente las incomprensibles enseñanzas de un viejo indio.
Respecto al área del nagual (la izquierda), Castaneda muy poco o nada podía recordar de lo aprendido. Por otra parte, en el mundo de la Toltequidad no existe la continuidad del tiempo y del espacio; como explica Don Juan, no existe la "goma" que pega los hechos y los lugares en una línea continua en el tiempo. Así que este problema se presenta casi a lo largo de toda la obra. Por tratar de decirlo de una manera irracional", Castaneda mezcla en la cronología de la obra recuerdos del pasado, vivencias del presente y “recuerdos del futuro”.
La técnica de enseñanza para los aprendices que aspiran al conocimiento de la Toltequidad podría ser tratada de explicar en los siguientes pasos:
1. El "poder" señala a un aprendiz.
2. El nagual "engancha" al aprendiz.
3. El nagual "trabaja" con su aprendiz la parte derecha del conocimiento para limpiar todo el desperdicio que el aprendiz ha ido juntando a lo largo de su vida, pero, al mismo tiempo, trabaja la parte izquierda (con el benefactor[1]), llamada nagual, a través de lo que Castaneda llama "los niveles de conciencia acrecentada". Estos conocimientos no serán recordados por el aprendiz hasta que éste, en su camino al conocimiento, logre reunir suficiente energía para finalmente "ensamblar" todo el conocimiento adquirido, tanto en el tonal como en el nagual.
El presente trabajo pudo haberse realizado por etapas de conocimiento, sin tener que seguir la cronología de los libros de Castaneda; sin embargo, preferimos no correr, de inicio, ese primer riesgo y decidimos tomar el segundo, toda vez que nuestra pretensión es avanzar, junto con el lector, a través de la obra de Castaneda, evitando, en lo posible, caer en las mismas confusiones de Castaneda, a fin de tratar de rescatar la esencia y el origen de nuestras antigua civilización del Anáhuac.
"Barrer la isla del tonal", como dice Don Juan, requiere de la decisión del aprendiz y que éste asuma y se haga responsable de esa decisión hasta las últimas consecuencias. Requiere también de una voluntad inflexible y una disciplina feroz. Esta parte de la enseñanza que es vital e insustituible nada tiene que ver con las plantas de poder o el esoterismo; por el contrario, el campo de batalla está en la vida dentro del mundo cotidiano. El objetivo es vencer vicios y debilidades, inconsciencia e irresponsabilidad. Un aprendiz tiene que aprender a pulir su espíritu y fortalecer su cuerpo a través de hacer suyas internamente la disciplina y la responsabilidad.
El camino del conocimiento es una herencia cultural de nuestros abuelos
toltecas, quienes lo fueron perfeccionando a base de sacrificio y mucho esfuerzo. No es "un
día de campo de nuestra imaginación". Es como cualquier otro camino que el ser humano ha
emprendido hacia la libertad total. En la India, en China, en Mesopotamia o en Egipto, otras
culturas han luchado por llegar a niveles superiores de conciencia. Sí existió una gran
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- ↑ Un aprendiz de la toltequidad tendrá en su camino de conocimiento a un maestro y a un benefactor, el primero trabajará la parte del primer anillo de poder o tonal, y el benefactor, trabajará la parte perteneciente al segundo anillo de poder o nahual.