Página:Pensamientos (Rousseau) - Tomo II.djvu/181

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La receta contra la tibieza del amor en el matrimonio es fácil y sencilla, á saber: continuar siendo amantes siendo esposos; los nudos que se quieren apretar mucho se rompen; he aquí lo que sucede en el matrimonio, cuando se quiere darle mas fuerza que la que debe tener. La fidelidad que impone a los dos esposos es el mas santo de todos los derechos, pero el poder que da á cada uno sobre el otro es demasiado: la violencia y el amor juntos se avienen muy mal, y el deleite no se manda; no sacia tanto la posesion como la sujecion. ¿Quieres ser amante de tu muger? Pues dejala que sea dueña de sí misma y tuya: sed amantes felices, pero respetuosos; obtenedlo todo del amor sin exigir nada del deber; jamas sean para vosotros los menores favores derechos sino gracias; acordaos siempre que el deleite no es legítimo ni aun en el matrimonio, sino cuando es comun el deseo.

No siempre es necesario el amor para formar un matrimonio feliz. La honestidad, la virtud, ciertas conveniencias, menos condiciones y edades que caracteres y genios, bastan entre dos esposos, lo que no impide que resulta de esta union una adhesion muy