Página:Pensamientos (Rousseau) - Tomo II.djvu/194

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juicio. Todo aquello de que carecemos al nacer, y que necesitamos cuando somos mayores, se nos da por la educacion.

Esta nos viene de la naturaleza, de los hombres, ó de las cosas. La educacion de la naturaleza es el desarrollo interno de nuestras facultades y de nuestros órganos: el uso que se nos ensaña á hacer de este desarrollo, es la educacion de los hombres; y lo que nuestra propia esperiencia nos da á conocer en los objetos que hacen impresion sobre nosotros, es la educacion de las cosas.

Cada uno de nosotros se forma por estas tres especies de maestros. El discípulo en quien se contrarían sus diversas lecciones, está mal educado, y jamas estrará de acuerdo consigo mismo: aquel en quien todas recaen sobre los mismos puntos y se dirigen á los mismos fines, es el único que va á su objeto y camina consecuentemente. Este solo merecerá el nombre de bien educado.

La que mas importa es la educacion de la infancia, y esta primera educacion pertenece incontestablemente á las mugeres. Si el Autor de la naturaleza hubiese querido que perteneciese á los hombres, habría provisto de leche sus pechos para alimentar con