PLAGIADO
CAPÍTULO I
Emprendo mi viaje á la casa de los Shaws
Comenzaré la historia de mis aventuras en una cierta mañana del mes de Junio del año de gracia de 1751, cuando, muy temprano, retiré por última vez la llave de la puerta de la casa de mi padre. Empezaba el sol á brillar en la cima de las colinas, mientras me dirigía camino abajo, y á mi llegada al presbiterio ya los mirlos estaban silbando entre las lilas del jardín, y la bruma que flotaba en el valle, al rayar el alba, empezaba á ascender y á desvanecerse.
El excelente Sr. Campobello, que era el ministro ó pastor de almas de la población, me estaba esperando á la puerta del jardín. Me preguntó si había almorzado, y al oir que ya ese particular estaba despachado, me tomó la mano entre las suyas y estrechándola afectuosamente, me dijo:
—Bien, David; te acompañaré hasta el vado para ponerte en el camino.
Y empezamos á andar en silencio.
—¿No sientes dejar á Essendean?—me preguntó después de una corta pausa.