Breck se convirtió en el Sr. Thomson ; Santiago Stuart se llamó el pariente del Sr. Thomson; Colin Campobello pasó por el Sr. Glen, y en cuanto á Cluny, tuve que bautizarle con el nombre del Sr. Jameson, jefe escocés.
—Bien, bien,—dijo el abogado cuando hube concluído mi relación, es un gran poema épico, una gran Odisea.
Debe Vd. referirla en un latín castizo, cuando su latinidad sea más perfecta; ó en inglés, si Vd. gusta, aunque yo prefiero el otro idioma. Ha recorrido Vd. casi toda la Escocia; y ha demostrado, además, una aptitud singular para verse metido en una falsa posición, y, en conjunto, para comportarse bien. Este Sr. Thomson, me parece un caballero de algunas cualidades excelentes, aunque tal vez un tanto dado á derramar sangre.
Á pesar de todos sus méritos, me alegraría verle en alta mar, porque ese hombre, Sr. David, se encuentra en una situación difícil.
Pero Vd. hace perfectamente en serle fiel; é indudablemente él lo es respecto á Vd.
Ha sido un leal compañero, y han corrido Vds. el peligro de subir juntos al cadalso. Pero esos días, afortunadamente, han pasado, y creo que Vd. se encuentra ya al fin de sus tribulaciones.
Mientras moralizaba de este modo acerca de mis aventuras, me echó una mirada de tal bondad y benevolencia, que apenas pude contener mi satisfacción. Había estado vagando durante tanto tiempo entre gentes desordenadas, sin respeto á las leyes, durmiendo en los bosques y montes, al aire libre, que verme sentado en una casa limpia, techada, hablando amistosamente con un caballero vestido decentemente, me parecía un sueño. Mientras pensaba así, fijé la vista en mis harapos, y me quedé lleno de confusión. Pero el abogado lo notó, y, levantándose,