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Página:Platón - La República (1805), Tomo 1.djvu/107

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habiéndosele prohibido por un hombre que lo sabe todo, dar ninguna de las respuestas que podian ocurrirle. Á vos mas bien os toca decir lo que es la justicia, pues que os lisongeais saberlo. No os hagais pues de rogar, y hacedme la gracia de responder, y no escaseeis á Glaucon y á todos los que aquí estamos la instruccion que esperamos recibir de vos. Luego que hube dicho esto, Glaucon y los demas que presentes estaban, encarecidamente le rogaron que condescendiese. Claramente se le traslucian á Thrasimaco los deseos vehementes que tenia de hablar para grangearse los aplausos, estando persuadido que diria divinidades; con todo disimulaba, instandome á que respondiese; aunque al cabo se convino, y sin detenerse, dixo: Este es el gran saber de Sócrates, él no quiere enseñar nada á los otros, miéntras que de todas partes anda mendigando ciencia, sin agradecerlo á nadie. Sóc. Vos teneis razon, Thrasimaco, en decir que yo aprendo con gusto de los demas; pero os engañais en añadir que no les soy agradecido: manifiestoles mi reconocimiento en quanto puedo: les alabo y aplaudo, que es quanto puedo hacer, no teniendo dinero. Vos vereis de contado con quanta voluntad celebro yo lo que me parece bien dicho, quando hayais respondido; porque estoy convencido que lo hareis perfectamente. Thras. Escuchad pues.

Yo digo que la justicia no es otra cosa que aquello que es ventajoso (40) al mas fuerte.