piensa en su provecho, sino en el del cuerpo. Thrasim. Ciertamente. Sóc. Ni el arte eqüestre atiende á su utilidad, sino á la de los caballos, y lo mismo sucede en las otras artes (47), las quales no necesitando nada para sí mismas, se ocupan únicamente en la ventaja de aquello sobre que se exercitan. Thrasim. Así me parece. Soc. Pero, Thrasimaco, las artes dominan y mandan á aquello de que son artes. Aunque con mucha dificultad me concedió este punto. No hay pues ningun arte ni ciencia que se proponga y ordene lo que es ventajoso al mas fuerte, sino al mas débil y subordinado á ella misma. Al pronto quiso embrollar el asunto, pero al fin se conformó. Luego que hubo concedido, le dixe yo: de este modo, ningun médico en quanto médico, se propone ni ordena lo que es en provecho suyo, sino en utilidad del enfermo; porque hemos convenido en que el médico tomado con toda exactitud, gobierna los cuerpos, y no es mercenario. No es esto verdad? Convino en ello. Y el verdadero piloto no es marinero, sino gefe de los marineros. Tambien lo concedió. Semejante piloto pues, no tendra en vista, ni dispondrá lo que es ventajoso á él, sino al súbdito y al marinero. Lo confesó aun, pero con grandísima pena. Por consiguiente, ó Thrasimaco, todo el que gobierna, considerado como tal, de qualquier naturaleza que sea su autoridad, jamas se propone en lo que manda su interés personal sino el del súbdito, y de aquello que está
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