les incline insensiblemente á imitar, á amar la recta razon , y establecer entre ella y ellos una perfecta consonancia. Glauc. No habria cosa mejor que semejante educacion. Soc. No es tambien esta la razon, Glaucon mio, de ser la música (26) la parte principal de la educacion, porque el número y la armonia insinuandose desde luego en lo mas interior del alma, se apoderan de ella, llevando consigo la gracia y la decencia, quando se dá esta parte de la educacion como conviene darla, en lugar que sucede lo contrario, quando se la descuida? Y ademas porque un hombre jóven educado en la música segun conviene, percibirá con la mayor agudeza lo que hay de imperfecto y defectuoso en las obras de la naturaleza y del arte, é indignandose contra esto justamente con una aversion de la qual no es dueño, alabará con entusiasmo lo que en ellas note de hermoso, con gusto y ansia lo recibirá en su alma, se alimentará con ello y se formará por este medio hombre honrado y virtuoso; mientras que de otro lado tendrá un desprecio y una repugnancia natural á lo que allí encuentre de vicioso, y esto aún en la edad mas tierna , ántes de ser alumbrado con las luces de la razon, la qual apénas llegada, se abrazará, con ella por la relacion secreta que habrá puesto la música entre la razon y él. Glauc. Ved aquí, á mi parecer, las ventajas que se presentan de educar á los hijos en la música. Soc. Á la manera pues que nosotros no
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