Á mi no me parece, que el cuerpo por muy bien acondicionado que sea, haga por su virtud buena al alma; antes al contrario que el alma buena por su virtud propia comunica al cuerpo toda la perfeccion de que es capaz. A vos qué os parece? Glauc. Yo siento lo mismo. Soc. Luego, si despues de haber cultivado el alma con el mayor cuidado, dexasemos al suyo el formar el cuerpo , contentandonos con indicarle el modo , por no alargarnos demasiado , no hariamos nosotros bien? Glauc. Perfectamente. Soc. Pues ya diximos, que no se habia de permitir la embriaguez á nuestros guerreros , porque á ninguno menos qué á un custodio le conviene embriagarse y no saber dónde está. Glauc. En efecto seria cosa ridicula que un custodio necesitase de guarda. Soc. En quanto á la comida qué diremos? no es cierto que nuestros guerreros son tinos atletas destinados al mayor de los combates? Glauc. No tiene duda. Soc. El régimen de los atletas ordinarios convendriales á dicha? Glauc. Podria ser. Soc. Este régimen es muy soñolento y poco seguro para la salud. No veis vos que nuestros atletas pasan la vida durmiendo , y que por poco que se excedan del régimen que tienen prescripto , caen en grandes y muy peligrosas enfermedades? Glauc. Esto se vé todos los dias. Soc. Necesitaremos pues de un régimen ménos escrupuloso para nuestros atletas militares, que deben estar, como los perros, siempre alerta, verlo todo y oirlo todo , mudar
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