^(1) Sierpe. Alude esta expresion á lo que se dice de los marsos, asi llamados de Marso hijo de Circe, especie de encantadores, que mediante ciertos cantos ó secretos fisicos, poseian el arte de extraer de sus cavernas y manejar sin riesgo las mas venenosas serpientes. Véase San Agustin sobre los vv. 5. y 6. del Salmo 57 y Plinio lib. 28 cap 3.
^(2) Del trono. Esta maravillosa relacion no es otra cosa que un tallo de la fabula mal inxerto en el tronco de la historia. Herodoto lib. I. n. 8. cuenta de otro modo la elevacion de Gyges al trono de Lydia. Dice que Candaules último rey de los heraclidas amaba por extremo á su muger y se le figuraba la mas hermosa del mundo. Tomó el empeño por su mal hado, de persuadirselo á Gyges uno de los principales de su corte y de toda su confianza; adoptando para esto el infame partido de hacersela ver desnuda. Descubierto Gyges por la reyna, ora fuese por amor, ora por venganza, le propuso dos medios para elegir el que tuviese por mejor, ó aceptar su mano y el reyno quitando la vida á Candaules, á morir él prontamente. Admiróse de oir semejante proposicion y suplicó á la reyna que no le pusiese en tan dura necesidad; pero viendo que no aprovechaban sus ruegos no dudó en aceptar el partido de matar al rey
y apoderarse de la reyna y del reyno, por los
años 718 ántes de Jesu-Christo.
^(3) El justo. Parece un vaticinio de lo que se verificó 400 años despues en nuestro redentor Jesu-Christo, el qual por haber tomado para redimirnos las apariencias de pecador, siendo la misma justicia, sufrió en su humanidad casi al pie de la letra los malos tratamientos que atendida la perversa condicion del mundo supone
Glaucon que sobrevendrian al varon verdaderamente justo, que fuese reputado por iniquo.
^(4) Eschylo. Nació en Aténas de una de las mas ilustres familias de Attica, y se distinguió por su valor